Por Mariano Valcárcel González.
Recordándome de la muerte del pintor ubetense Marcelo Góngora, entro en reflexionar sobre este y también sobre otro pintor muerto igualmente, también de Úbeda, tan diferente al anterior, Domingo Molina.
Sí, sus pinturas eran radicalmente diferentes, distintas. Curioso; tal vez fueron los dos artistas contemporáneos con más proyección interior y exterior de Úbeda. Los dos y tan diferentes. Los conocí y traté someramente, porque nunca pertenecí a sus círculos íntimos ni al clan tan extendido en la ciudad de aduladores del uno o del otro que pudieron tener, con más o menos entendimiento sobre sus trabajos (que creo que en determinados casos ni entendían ni apreciaban). Diferentes también como personas.