Por Fernando Sánchez Resa.
¡Buenas y maravillosas tardes os deseo a todos los aquí reunidos!
Es para mi un auténtico honor expresar lo que siento, en este momento tan especial, por mi querido amigo Antonio. Qué buena y escogida fecha habéis elegido para darle esta merecida despedida, a él que tanto nos dio a todos, especialmente a los que anteriormente emprendimos el camino de la liberación profesional. Siempre recordaremos que el día de san Antonio de 2015, don Antonio Santos Zaragoza, el santo más santo de la familia y de nuestro colegio “Sebastián de Córdoba”, ascendió al cielo de los felices jubilados, empedernidos usufructuarios que disfrutamos del reino de la Tierra a tope, mientras la salud y la ilusión nos acompañe; y que hacemos un claustro informal (sin citación previa y duración, sin determinar) en cualquier esquina de cualquier ciudad o playa…