La niña que quería ser artista…

Esto era una vez…

Una niña alegre, vital y divertida que derrochaba salero y gracia personal. Fue siempre bien guiada por su madre, pues los preciosos modelitos que lucía le daban aún más encanto personal…

Su gran afición era pintar, y además lo hacía muy bien. Incluso recibía clases de pintura, fuera del horario lectivo, para ir consolidando sus cualidades pictóricas, pues su mayor ilusión, cuando fuese mayor, era ser pintora profesional…

Tenía un hermano gemelo al que tutelaba y quería con locura; aunque las peleíllas y rivalidades propias de la edad constituían la sal y la pimienta de sus vidas…

Tenía muchas y buenas amigas que disfrutaban, tanto en clase como en el patio, haciendo juegos típicamente femeninos (propios de su edad) donde la agresividad física apenas tenía cabida…

Le encantaba irse de excursión con sus padres y hermanos, tanto a la sierra como al mar, para luego reflejar en completas redacciones todo cuanto había vivido y disfrutado en su desbordada ansia vital…

Hasta que se hizo mayor…

Y con el garbo que le caracterizaba, consiguió redondear su vida privada y profesional casándose con otro artista como ella; y qué bien supieron infundir a sus hijos esa alegría de vivir y esa impronta artística que ambos llevaban dentro…

fsresa@gmail.com

Deja una respuesta