Esto era una vez…
Una niña alegre, vital y divertida que derrochaba salero y gracia personal. Fue siempre bien guiada por su madre, pues los preciosos modelitos que lucía le daban aún más encanto personal…
Su gran afición era pintar, y además lo hacía muy bien. Incluso recibía clases de pintura, fuera del horario lectivo, para ir consolidando sus cualidades pictóricas, pues su mayor ilusión, cuando fuese mayor, era ser pintora profesional…