¿A quién aprovecha?

Ya que se ha publicado tu carta, haré llegarte la mía por el mismo método, amigo Francisco.

En primer lugar, me encanta ser leído, comprendido o no, compartidas o no mis opiniones (algunos por correo privado me han hecho llegar su parecer, a veces positivo para mí). No pretenderé nunca imponer mi criterio, sólo son pareceres míos, no sujetos a partidismo alguno y menos aún a intento de manipulación a favor de nadie (en mis tiempos de colaboración periodística le dije a uno que «para ser puta, cobrando», que es lo que hacen muchos de los que se erigen en tenedores de las esencias patrias desde sus tribunas).

Que es anacrónico en este siglo XXI lo de las izquierdas y las derechas, no lo creo. Es más, creo que debería haber un sano equilibrio entre las dos ideologías, en sus interrelaciones y su convivencia. También eso que se dice “centro” debería existir. Es lo más sano para que tengamos una verdadera democracia, pues a lo que estamos llegando es a la implantación del “pensamiento único”; muy escorado a la derecha, desde luego, en una acción demoledora de todo lo que sea izquierdismo (o sindicalismo, que también). Habría más tela que cortar a este respecto y no me extenderé en ello. No hay que rasgarse las vestiduras si se indica a veces (y yo lo hago desde luego, porque no me debo a disciplinas ni a militancias) que la derecha falla. Ya están sus medios para vocear lo contrario.

Tampoco creo que dudes de mi actitud frente a ETA, sus seguidores y los que esperan que caigan las nueces. No tengo que rectificar lo escrito.

Pero he de decir alto y claro que ETA y los otros se benefician de lo acaecido y no sólo ellos.

Cuento algo: hace unos meses, Felipe González decía en una entrevista que tal vez se debiera arrepentir de la oportunidad que tuvo de acabar físicamente con toda la cúpula de ETA, pero no lo hizo. Por circunstancias que no vienen al caso, sé que esa operación existió, que la dirección estuvo controlada en un caserío que podía haber sido volado en cualquier momento… ¡Y que no se hizo, porque dentro había niños…! La guardia civil demostró más humanidad que los asesinos, cuando volaban sus cuarteles.

Mas… ¿y si lo hubiesen hecho, qué habría pasado luego? No nos engañemos (aunque yo pueda pensar como los miembros de las fuerzas del orden y todos sabemos lo que piensan y harían), no se pueden hacer ciertas cosas en democracia. Bien que aprovechó la derecha opositora las circunstancias del GAL, Galindo y otras en esa línea, para atizarle al gobierno día a día, para ponerlo en manos de los jueces, para derribarlo al fin. Hay cosas que en democracia no se pueden hacer y así hay que admitirlo y no decir una cosa en contrario: prometer lo que no se puede cumplir, alimentar y beneficiarse del dolor de las personas sólo para ganarse unos votos. No se puede ir acusando a un presidente de gobierno, porque puede rentar, que “traiciona la memoria de los muertos” y eso se hizo por el actual presidente de gobierno, de derechas.

¿Olvidamos lo que le pasó a Bono y a Díez cuando se metieron en una manifestación (de las tantas y tantas que hicieron) de la AVT? Creo que salieron apaleados. Si estos manifestantes no querían políticos en sus actos, ¿por qué admitían a los de derechas…? Seamos sinceros: porque eran los que los azuzaban y manejaban a su conveniencia.

Se seguirán sintiendo traicionados, los de las víctimas, porque, repito, en democracia no se pueden hacer ciertas cosas (que ellos desearían). Ni ETA ni la AVT pueden dirigir la agenda de un gobierno, lo cual no quiere decir que las víctimas no se manifiesten y no muestren su repulsa ante los asesinos de sus seres queridos. Esto ni lo he escrito ni lo escribiré, y nunca he intentado darle la vuelta a la tortilla conceptual, para justificar a unos desautorizando a otros.

Por eso digo que hay quienes, desde el extremo derecho, quieren que el tema siga (al igual que esas revoluciones nunca acabadas, para beneficio del partido o del dictador de turno) y así seguir con sus cantinelas, sus banderoladas, sus vítores a las fuerzas de seguridad o al ejército, sus paredones imaginarios… Han de retroalimentarse con sus propios enemigos y éstos con aquellos. Únicamente manteniendo la tensión de las afrentas, las exclusiones, los odios y sí, el nazismo o fascismo puro y duro (que no excluye su propio enfrentamiento) pueden seguir existiendo.

¿A quién, pues, aprovecha? Un saludo cordial.

marianovalcarcel51@gmail.com

Autor: Mariano Valcárcel González

Decir que entré en SAFA Úbeda a los 4 años y salí a los 19 ya es bastante. Que terminé Magisterio en el 70 me identifica con una promoción concreta, así como que pasé también por FP - delineación. Y luego de cabeza al trabajo del que me jubilé en el 2011. Maestro de escuela, sí.

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