Salida del camposanto:
hilera de chopos grises,
alineados, sutiles,
¡tan bellos en campo claro!
Ante mí, bella pradera,
casi rozando la niebla,
a mi corazón desvela
soledades y quimeras.
¡Paraje tan solitario!,
yo sólo voy meditando,
entre los troncos rozando,
tan cerca del camposanto.
¡Arboleda soñadora!,
de chopos grises y niebla,
yo quiero pisar tu tierra,
labrada contigo a solas…