¡Hola amigos!
Soy un niño de cuarto curso del colegio Sebastián de Córdoba de Úbeda (Jaén) ‑un tanto letrado por los muchos libros que llevo leídos…‑. Quisiera contarles lo bien que me lo he pasado ‑juntamente con todos mis compañeros de curso y colegio‑ celebrando el Día de Andalucía, tanto en clase como en el patio.
Como el día 28, jueves, es el DÍA DE ANDALUCÍA y no tendremos clase, es por lo que hoy miércoles, a pesar de ser un día frío aunque soleado, hemos realizado un acto muy bonito en el patio de nuestro centro educativo ‑como todos los años, que yo recuerdo, desde que entré con tres añitos en infantil…‑ para que todos, niños y mayores, recordemos que vivimos en una región de España privilegiada: pues sus gentes, su clima, sus costumbres, su historia, sus monumentos… son inigualables.
Durante esta semana hemos estado trabajando dos cuadernillos en los que se mezclaban actividades escritas, dibujos, poesías… que nos han refrescado la memoria de muchas cosas que ya, en años anteriores, habíamos visto. He disfrutado de lo lindo ‑al igual que todos mis compañeros‑ leyendo, resolviendo cuestiones y dibujando todo cuanto nuestro profe ha tenido a bien para infundirnos el auténtico amor a nuestra Andalucía: la tierra en que nacimos o vivimos.
¡Qué bien nos lo hemos pasado confeccionando la bandera blanquiverde en cartulina…! ¡Cuánto hemos disfrutado estudiándonos y ensayando la poesía sobre el río Guadalquivir, que todo nuestro curso ha declamado en la tribuna del patio…!
No obstante, hasta la hora del recreo hemos estado repasando el sistema métrico decimal (pues el último control de Matemáticas no salió todo lo bien que todos hubiésemos deseado…) y elaborando la bandera; repasando la poesía y trabajando
diversos apartados de uno de los cuadernillos que nos ha regalado nuestro maestro; para que siempre recordemos este día, tan maravilloso, pues entiendo que se avecina un largo puente que nos hace muy felices a todos…
Apenas he notado lo duro y frío que estaba el suelo del patio, pues mi ilusión y candor, al estar presentes mis familiares y amigos más queridos, eran tan grandes que voy a relatarles, resumidamente ‑como siempre, en clase, me pide mi profesor‑ todo lo que ha acontecido.
Primeramente nos cominos un sabroso bocadillo de jamón con tomate y aceite ‑y que algunos hasta repitieron…‑, que nuestro cole nos regala todos los años; y que elaboran, con tanto mimo, nuestras queridas mamás. Después vino el recreo, que fue especial, pues don Antonio nos puso música marchosa y bullanguera para que el ritmo y la danza se metiesen en nuestro cuerpo. Así, muchos alumnos, especialmente chicas, no paraban de bailar y hacer cabriolas…
Luego llegó el acto de celebración en el patio, donde doña Aurora, la profesora de música, fue la principal organizadora; aunque todo el profesorado colaboró. Primeramente los parvulitos cantaron “Qué suerte la mía”, con la gracia que les caracteriza; también algunos declamaron algunas poesías que hicieron las delicias de todos los asistentes.
Primaria tuvo diversas intervenciones: los de primer ciclo cantaron “Poetas andaluces” ataviados, en su vestimenta y manos, de los dos colores andaluces de nuestra bandera; el alumnado de cuarto recitó, en el estrado,
una poesía del río Guadalquivir, bandera en ristre (yo me encontraba un tanto nervioso, pero bien arropado por todos mis compañeros); tercer ciclo nos puso el vello de punta con su canción “Andaluces de Jaén”, pues me sentí identificado. Una pequeña, pero gran orquesta, formada por diversos alumnos del colegio que van al conservatorio de Úbeda, interpretó ‑muy dignamente‑ el Himno de Andalucía. ¡Quedé impresionado…! También se hizo entrega del premio del dibujo de la mascota de la biblioteca del colegio a un alumno de Sexto B. Y entre medias, actuó ‑dos veces‑ el grupo de baile que Emilia había preparado…
Como fin de fiesta, los alumnos de tercer curso de Primaria constituyeron un mural con cartulinas verdes y blancas, simulando la bandera andaluza, mientras todos los niños ‑mostrando sus banderas o enseñas andaluzas al viento‑ y mayores cantábamos, muy orgullosos, el himno de nuestra tierra… ¡La alegría del día y del largo puente que se avecinaba nos hacía estar más contentos todavía…!
Ahora comprendo el proverbio que dicen mi profe y mis papás: “Febrerillo loco”, pues ayer lucía un sol espléndido y hoy, a media mañana, cuando escribo esta carta, caen en Úbeda unos copos de nieve impresionantes…
Úbeda, 28 de febrero de 2013.