La Romería es una mezcla de fervor religioso y pagano. En ella se mezclan el colorido, la fe, el tipismo… ¡Con qué naturalidad el alcalaíno trata a su Virgen de los Santos! Como si de amigos se tratara. Ella es la depositaria de cualquier hecho que se produzca en sus vidas: la boda, el ofrecimiento de los niños, la promesa… Cuántos exvotos: son el exponente de una esperanza depositada con toda la fe.
La Virgen será paseada, piropeada, colocada en tribuna preferente para la exhibición de los caballistas, solicitada en cualquier apuro. Esa virgen morena oliente a jaras y romero que se recorta sobre la superficie azul del cielo, aglutina, unifica e iguala a todos: ricos o pobres, rojos o azules, sea cual sea su estrato social.
Se convive, se toman copas en los “cuartos” abiertos a todo el que llega. ¡Entrañables recuerdos guardo de la Romería!
Continuar leyendo «Mis años en Alcalá de los Gazules (1964-1976), y 4»