Maestruchos

22-02-2011.
Siempre se dijo que, al menos, los hijos de esos padres que querían a sus hijas e hijos, podrían acceder a la carrera de maestrillo, cosa así como de llegar y pegar, de alcanzarla con poco esfuerzo y menor inteligencia. Yo, que la hice, admito que para mis padres, como para los de otros, era la más accesible y la más económica. No debo insistir en que muchos de los que esto podéis leer convendréis en ello.
También indiqué en su momento que fue una tabla de salvación para personas que aspiraban a más y que, por unos supuestos u otros, debieron optar por ponerse a hacer esta carrera, tan devaluada. Y también es cierto que la calidad del personal salido de las aulas de las Escuelas o Facultades de Magisterio (o como se les quiera llamar ahora, que no estoy para sutilezas) no ha sido de lo mejor ni lo más idóneo. Por ahí me voy en que a las oposiciones podían acceder hace años cualesquiera que tuviesen una licenciatura adecuada (?)… Y yo me atreví a polemizar, tras un examen de las mismas, con alguien que, según me decían los concurrentes, era licenciado… ¡Como si ello le diese la infalibilidad en lo que discutíamos!

Pues ahora se genera un gran debate y adquiere tintes de trauma el si se convocan o no oposiciones a plazas de maestros y maestras en no sé qué autonomías. Ahora es un grave problema nacional que se convoquen esas plazas de maestruchos.
¿Adónde estamos llegando? A lo de siempre (no nos mintamos ni engañemos): a que hay que mantener abierta la puerta de los empleos públicos y si es donde más vacantes y necesidad se puede generar, pues mejor. Da lo mismo de lo que se trate, si se puede acceder masivamente a ellos. La cuestión es alcanzar la plaza. Ni la idoneidad, ni el pedir calidad y mejora, ni que ‑si algunas comunidades cierran la espita‑ otras se encarguen de los excedentes; nada, que hay que gritar mucho, pedirlo todo, y tener satisfechos al personal y a los sindicatos, sean de clase o clasistas. Que además es que hay elecciones y no vayamos a joderla por unas plazas más o menos.
Prueba más que fehaciente de que el sistema de enseñanza y de que los índices de calidad o de resultados, en realidad, dan lo mismo. Pues ¿cómo se podría entender que se apliquen las pruebas de evaluación externa en mayo a unos escolares (¡anden, manéjenme lo de escolaras!, si se atreven) que tienen en ese mes las comuniones…? Estamos en un país laico, dirán a media boca algunos, y no influye la religión en estos temas. Pues bien: ¿y la concentración y el estado de ánimo de esas criaturas a las que dicen las autoridades proteger? Ya me extenderé en el tema, que da para mucho y recio.
Bien, a lo del tema: que quieren plazas de maestras y maestros, que no se pueden pasar sin ellas y que, al fin y al cabo, da lo mismo trabajar de maestrucho que de empleado en cualquier empresa; que se acabaron las vacas gordas y hay que asegurarse el pan y la sal a cualquier precio y haciendo lo que se demande. Que ya existirán trucos y salidas legales para hacer más llevadero el calvario.
Por otro lado, leo que a los curso de los ciclo inicial y medio (1.º y 2.º ciclos) de Primaria van a enviar a los profesionales más capaces y preparados (?)… Maravilleme de tal invento, que ni Cervantes lo hubiese incluido en su gran novela. Invento o descubrimiento que se hace ahora, ¡loado sea Dios!, que desde antiguo lo venimos pidiendo quienes en el sistema llevamos años dentro, no en oficinillas de tres al cuarto. Pero con sus compensaciones, que esos grupos (sobre todo los del primer ciclo) son de mucho trajín, dedicación y esfuerzo; amén de experiencia. Y quienes digan lo contrario mienten o nunca los han trabajado (que es lo normal).
Pues que alguien me diga si esto que escribo no es trabajar por la calidad de la enseñanza.

Autor: Mariano Valcárcel González

Decir que entré en SAFA Úbeda a los 4 años y salí a los 19 ya es bastante. Que terminé Magisterio en el 70 me identifica con una promoción concreta, así como que pasé también por FP - delineación. Y luego de cabeza al trabajo del que me jubilé en el 2011. Maestro de escuela, sí.

Deja una respuesta