11-02-2012.
Hacía varios años que la contienda del 36 se había acabado. Yo había crecido, mi enfermedad, ésa que me tuvo casi al borde de la muerte había sido superada. La tuberculosis, terrible enfermedad que marcha paralela con la miseria y la escasez de alimentos, se instaló en mí y luché con ella a brazo partido. Le gané la batalla entre la vida y la muerte, gracias al desvelo de mi madre y a la ayuda de mi tía María que diariamente me daba alimentos, y a mi jefe que me dio recomendación para que su amigo y médico me visitara, don Ángel García Cámara.