Por Dionisio Rodríguez Mejías.
5.- Dudar es de perdedores.
A Paco le hubiera gustado que yo ocupara el lugar de Pato, y me convirtiese en asiduo de Marisol, para hacernos los dueños del Palace e instalar allí nuestra segunda residencia. Y en cuanto a la venta, quería convertirme en su hombre de confianza, aunque a mí eso de engañar a la gente me gustaba cada vez menos.