Por Dionisio Rodríguez Mejías.
2.- Acoso.
Poco después, Paco y Genny se marcharon, y yo me quedé a solas con Marisol. No sabría decir por qué los dos estábamos nerviosos y en silencio. Ella no paraba de fumar y yo la observaba con una mezcla de pena y preocupación. No me entraba en la cabeza cómo una chica, poco mayor que yo, podía llevar una conducta tan desordenada. Probé el gin-tonic, encendí un cigarrillo y me puse a mirar el aburrido programa de la tele. Debió de pensar que yo tampoco estaba muy animado, y sin previo aviso me dijo que iba a darse una ducha y a cambiarse de ropa mientras yo terminaba la copa.