Por Mariano Valcárcel González.
El caso de Sansón es como mínimo insólito.
Está considerado como uno de los jueces de Israel; mas solo “gobernó” veinte años y permítanme ustedes que dude de que realizase esta labor con eficacia, pues según mi parecer, el sujeto carecía de dotes tanto intelectuales como religiosas para esa misión.