Por Dionisio Rodríguez Mejías.
6.- El dinero es un regalo divino.
La conferencia se celebraba en el auditorio y al acto estaba citado todo el personal de la empresa. En las primeras filas, se situaron las señoritas de relaciones públicas, ruidosas y bullangueras, con sus minifaldas y sus zapatos de tacón. Cuando algún chico pasaba ante ellas, cruzaban las piernas, en apariencia de forma distraída, para que los muchachos contemplaran la hermosura de sus muslos, jóvenes y tentadores.