Por Mariano Valcárcel González
Estuve visitando un centro comercial, yo diría macrocentro, en una de nuestras capitales andaluzas y no pude menos que asombrarme tanto de la superficie ocupada como de la cantidad de gente que allí acudía, tal que siendo sábado y al mediodía ya no se podía comer en ninguno de los locales de comida más o menos rápida o tipo americano, que era lo que predominaba; si al mediodía estaba así aquello, pensé, cómo se pondría por la tarde…