Por Mariano Valcárcel González.
Esto del cambio climático es cosa evidente y, como en tantas cosas, no me explico que todavía existan grupos de interesados o de descerebrados en negarlo. Lo de los descerebrados no tiene remedio, pero lo de los interesados en destruirnos y destruirse sólo por mera ambición es causa criminal.
¿Qué por qué me meto ahora en tema tan viejuno…? Pues porque mis recuerdos y la nostalgia a ellos asociada me llevan a comparar lo que eran otros otoños e inviernos y cómo los pasábamos y soportábamos en nuestra infancia y juventud.