Por Dionisio Rodríguez Mejías.
6.- Los proyectos para el nuevo año.
Arumí, que era un buen mozo, alto y guapetón, no quitaba los ojos del escote de Martina Méler; Paco se hacía el sueco cuando Genny le decía por señas que lo esperaba a la salida, y Javi, que se había levantado a las siete menos cuarto de la mañana ―como cada día―, no dejaba de mirar el reloj, porque Gracy tenía un rodaje, a partir de las doce, en un estudio alquilado por Selene a aquellas horas, para que les saliera a mitad de precio.