“Del desamparo a la esperanza”

Por Fernando Sánchez Resa.

En esta memorable noche, fuimos acudiendo (con gran expectación) mucha y variada gente: familiares, compañeros, admiradores, paisanos, antiguos alumnos, amigos… al Auditorio del Hospital de Santiago para asistir al parto cultural de la primera novela de José López Ruiz. Era la segunda vez que se producía, pues el pasado mes de agosto lo hizo en su pueblo natal: Torres de Albanchez. Así es la magia de la literatura: se pueden provocar tantos partos públicos cuantos se quiera o sean necesarios. Y este libro, bien lo merece…

 

La presentación tuvo sumo encanto pues, Pepe, como buen profesional de la enseñanza, y juntamente con su amada familia, supieron acercarnos a su drama personal y familiar, con la excusa de esta novela, mediante un espectáculo cultural y musical de gran altura. Y sin que faltasen todos los aditamentos de las nuevas tecnologías, como el panel grande instalado junto a la mesa presidencial, donde se iban proyectando imágenes del libro, de las diferentes sinopsis, de la música en que se basaba…; y con toda la parafernalia de una presentación novedosa y con gancho, rematada con copa, aperitivos, charlas y encuentros en los jardines del patio Julio Corzo, como broche final.

La palabra y el sonido, que su autor no pudo escuchar, fue proporcionado amable y eficazmente por Carmen M.ª, su hija, para que los comprendiese y disfrutase.

El grupo musical Saxo, de Canena, amenizó la dulce espera y la firma de ejemplares con melifluas y melancólicas melodías (“Noches de blanco satén”…), salidas de la propia novela, del tiempo vivido y del gusto particular del novel autor, ya que siempre fue un gran amante de la música, de la literatura, del teatro, etc.

Los parlamentos de los intervinientes fueron redondos, bien preparados y mejor leídos por sus autores: Juan Espejo González, director de Diario Jaén, con su prosa exquisita, como lo viene demostrando en sus extensas “Crónicas de Jaén”, nos pintó el extenso currículo del autor así como el análisis de la obra que se presentaba; Juan Martínez Millán, afamado autor teatral, compañero y gran amigo (“El Lope de Vega” ubetense, que tanto le ha ayudado, en palabras de Pepe), rememorando la primera presentación en Torres de Albanchez y la valía de la obra que ese día se presentaba; la guapa y perspicaz presentadora, Carmen M.ª López González, con su gracia especial de docta maestra de ceremonias; la concejala Pepa Olmedilla, con sus amables palabras finales hacia la profesión de maestro y escritor; y, principalmente, el autor de la novela, José López Ruiz, haciéndonos su recorrido vital, emocional y sentimental de esta última etapa de su vida en la que la escritura le ha llenado grandes huecos y le ha salvado de la depresión más atroz, escribiendo largamente, cual si fuese la novela del Quijote; pero que ha debido de cortar, para conformar la novela que presentaba.

Todos nos hicieron pasar una velada muy agradable; no exenta de melancolía y nudos en la garganta, e incluso de lágrimas; especialmente, cuando Pepe, con su quebrada voz, que tan potente fue en su tiempo (como lo recordarán muchos de sus alumnos y compañeros), vino a contarnos el insalvable drama de su sordera total, donde el rugido del más inhóspito y desgarrador silencio ha sido suplido por el recuerdo y la creación de esas nuevas voces que han resonado en su prodigiosa cabeza para regalarnos esta historia novelada, en donde se encuentra reflejado el periplo de nuestra generación, en lo personal y nacional (de los que nacimos hacia la mitad de la década de los 50 del siglo pasado), poblada de personajes imaginarios y reales, adobada de músicas y amores, con una prosa de escritor de primera línea, como ha podido apreciar quien ya la ha leído… Y como sutil y gran complemento: una tripe teatralización (intercalada) de algunos de sus relatos, hecha por amigos del teatro que él tan bien ejerció (de su pueblo natal, del grupo Maranatha o de una amable compañera de magisterio) que nos hicieron pasar un rato muy agradable, poniéndonos la miel en los labios e impulsándonos para salir corriendo y, en 

esa misma noche, liarse a leerla de un tirón, pues engancha… Las dedicatorias que José López Ruiz escribe son especiales, pues además de extensas ‑la mía, ha ocupado toda una página‑, están escritas con una letra redondilla preciosa y personal, de maestro antiguo, y resumiendo toda nuestra relación amistosa y familiar con sinceras y tiernas palabras…

Pudimos comprobar todo el espíritu de superación que nuestro querido amigo Pepe ha experimentado, pues ha pasado de “pensar en morirse y amanecer en el Cielo” a encontrarse “en el Cielo y con la dulzura de la presentación de este libro”, que ha sido un gran reto para él, en el Auditorio del Hospital de Santiago, rodeado de familiares, antiguos alumnos y compañeros y amigos todos, que lo admiran por su pundonor e inteligencia, así como por su espíritu de lucha y supervivencia, que ha hecho que, por mor de esta desgracia personal (la pérdida de audición), haya sido rescatado un escritor oculto que, si la vida se le hubiese mostrado de normal modo, seguramente no hubiésemos tenido la suerte de conocer (y que es, al alimón, natural de Torres de Albánchez y de Úbeda; pues sus tres hijos nacieron en la Ciudad de los Cerros, y aquí fue donde se formó académicamente ‑en Salesianos y Safa‑ y desarrolló su alta y destacada profesionalidad como maestro y orientador). Hasta el mismo título de la novela es un crudo recordatorio de la epopeya vivida, por su autor, en propia carne…

¡Suerte, gran maestro y escritor insigne, en tus futuros proyectos literarios, que espero sean pródigos y brillantes…! En esta noche nos has dado a todos una lección de valentía y humanidad, pues la adversidad y tu mala suerte no han podido con tu férrea e inteligente voluntad.

Además de ánimo, te doy mi más sincera enhorabuena por sacar de tu caletre esta mixtura de géneros resumidos en tu primera novela: Del desamparo a la esperanza. Y como hay material más que suficiente para una nueva, gracias al ilimitado tiempo que dispones, te pido nos brindes un segundo encuentro con tu literatura más personal, ofreciéndonos La práctica de la esperanza, que seguro vas a ir ejerciendo cada día…

Úbeda, 24 de septiembre de 2014.

 

fsresa@gmail.com

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