3.- Una traducción gratis.
Cuando me vio llegar, “El Colilla” me miró con aire de asombro y me dijo.
—“Mosquito”, te lo noto en la cara. ¡Ya tienes trabajo!
Noté que el pulso se me aceleraba, sentí un sudor frío y sensación de mareo.
—No es seguro —contesté, sin disimular mi alegría—, pero es verdad; la visita no me ha ido mal.