III. LAS ESCUELAS SE CONSTITUYEN EN FUNDACIÓN BENÉFICO‑DOCENTE
LOS FUNDADORES
1) Los donantes, anteriormente citados, permitieron que sus bienes fueran escriturados a nombre de los padres jesuitas José Antonio de Aldama y Rafael Villoslada. El padre provincial de los jesuitas andaluces, Francisco Cuenca, fue a Roma para conseguir el permiso del Padre General.
2) El Padre General acogió con cariño la propuesta e insistió en la necesidad de que los bienes necesarios, para emprender la Fundación de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, jamás se confundieran con los bienes de la Compañía de Jesús, y de que tuvieran administración separada.
3) En realidad, era la Compañía de Jesús la que fundaba, puesto que los dos padres, como religiosos profesos, no podían poseer bienes propios; pero para la legislación civil, los fundadores son siempre los propietarios de los bienes, o sea, los padres Aldama y Villoslada, que habían sido los que otorgaron la Escritura Fundacional.