Jugar con fuego siempre resultó peligroso.
Y lo normal es que quien ello hace, se queme. La inconsciencia estriba en no darse por enterado de lo anterior. Porque una cosa es la pericia, la técnica y otra la inconsciencia. El especialista sabe a lo que se atiene y procura siempre estar prevenido, tener el espíritu alerta, tomarse las debidas precauciones. Cuando un experimentado sufre un accidente es porque hubo exceso de confianza, por la rutina del ejercicio que baja la guardia (que debería serlo al revés, que la rutina siempre debiera ser la misma e inalterable), por otras circunstancias que anulan lo anterior.