Pedro Emilio ROSADO SALGADO (Licenciado en Veterinaria. Centro de Investigación La Orden. Junta de Extremadura).
Francisco PÉREZ ROJAS (Ingeniero Agrícola. Centro de Investigación La Orden. Junta de Extremadura).
Modesto SENERO FERNÁNDEZ (Analista de Laboratorio. Centro de Investigación La Orden. Junta de Extremadura).
Alojamiento en baterías y programa de iluminación para los reproductores
Las aves destinadas a la reproducción se alojan en las baterías de jaulas a las 23 semanas de edad (fig. 42). Con un programa de luz de 14 horas y una intensidad de al menos 15 lux, se consigue que a las 34‑35 semanas, aproximadamente, las hembras alcancen una tasa de puesta del 50% (fig. 43), produciéndose el máximo de puesta en torno a las 40 semanas de edad, y descendiendo progresivamente cuando tienen 70 semanas, momento en el que el lote de reproductores se retira para ser sustituido por otro nuevo.
Fig. 42. Reproductores alojados en sus jaulas.
En el caso de los machos, el proceso es parecido; y con las mismas condiciones de luz y alojamiento que las hembras, alcanzan la madurez sexual a las 30 semanas de edad, siendo retirados de las baterías a la misma edad que las hembras.
Los machos de pintada llevarán su propio sistema de selección, eliminando todos aquellos que tengan un peso 15% superior o inferior al estándar considerado, debiendo elegir aquellos que tengan patas y dedos fuertes y rectos, ojos brillantes, colores vivos en las barbillas y la piel de la cabeza, quilla recta y con ausencia de defectos en la columna, así como buena conformación del pene (ausencia de defectos).
Como aspectos complementarios, pero ineludibles en el manejo de los reproductores, hay que considerar lo siguiente:
—Es necesaria mucha limpieza en la sala de reproductores para evitar la acumulación de gases de amoniaco, debidos a falta de renovación de la yacija.
—Hay que controlar la temperatura para que sea la adecuada en cada momento, según la hora del día y la época del año.
—La presentación del pienso debe ser lo más homogénea posible para conseguir un consumo uniforme y efectivo.
—Control sanitario de los reproductores para prevenir procesos patológicos.
Inseminación artificial
La técnica de inseminación artificial en la pintada consiste, a grandes rasgos, en extraer el semen de los machos y utilizarlo para fecundar de forma inmediata a las hembras reproductoras. Se utiliza en un ave como la pintada, en la que el comportamiento sexual tiende a la monogamia. Esta técnica también permite aumentar el rendimiento reproductivo de los machos, disminuyendo el número de los mismos por hembra, ya que, al realizar el fraccionamiento del mismo en un número determinado de dosis de inseminación, se puede inseminar un mayor número de pintadas con el semen de un mismo macho. Además, este método de reproducción permite producir pintadas todo el año; mientras que, en condiciones naturales, las pintadas sufren un reposo sexual, dependiente de las variaciones del fotoperiodo.
Los resultados de la inseminación dependen de tres factores importantes:
—Calidad de los reproductores.
—Técnica utilizada.
—Sanidad de la granja.
La inseminación artificial se utiliza en aves desde hace muchos años, en trabajos de investigación, en programas reproductivos y en la producción de aves para el comercio de carne. Otra de las ventajas de la inseminación artificial es que mejora la sanidad de la granja y el control productivo de la explotación.
La técnica, mediante la cual se extrae el semen de los gallos, se denomina técnica de masaje dorso abdominal o técnica de Burrows y Quinn, para depositarlo fresco o diluido en la zona vaginal de la hembra y obtener huevos fértiles.
Entrenamiento y preparación de los gallos antes de la recolección
Consiste en familiarizar a los machos y a las hembras de pintada con las manipulaciones realizadas durante la realización de la técnica de inseminación artificial. Es un periodo de gran importancia que permite sincronizar a todos los animales reproductores y homogeneizar la respuesta del grupo de reproductores a las manipulaciones realizadas. En los gallos tiene la ventaja añadida de estimular la producción de esperma.
El entrenamiento en los gallos utilizados como reproductores se realiza durante las primeras semanas, después de la introducción en las jaulas de las baterías, y consiste básicamente en realizar las mismas manipulaciones que se realizarán durante la extracción de semen (Técnica de Burrows y Quinn). Generalmente, en unas tres o cuatro semanas de entrenamiento, los gallos están preparados para empezar a producir cantidades de semen adecuadas para la inseminación. En el caso de las hembras, es recomendable efectuar también las labores de entrenamiento, ya que se reduce su nivel de estrés a la hora de ser inseminadas.
Durante este periodo, se deben eliminar aquellos animales que no reúnan las condiciones adecuadas como reproductores.
Evaluación de los gallos de pintada reproductores
Para que la inseminación artificial tenga el éxito esperado, se debe evaluar, por un lado a los machos y por otro a las hembras, reproductores. En esta evaluación se considera el estado general, la conformación, el estado del aparato genital en ambos sexos, la respuesta a la estimulación mediante masaje dorso-abdominal en el caso de los machos (libido), la correcta producción de semen y su calidad.
Para evaluar la calidad del semen producido por los gallos hay que tener en cuenta las características macroscópicas: volumen y color del semen producido; así como las características microscópicas: morfología, motilidad de los espermatozoides y la concentración de los mismos.