Por Dionisio Rodríguez Mejías.
4.- Se sortea el televisor de color…, rojo.
La primera parcela que se vendió aquella mañana fue para Pepita y al señor Tomás, con la lógica satisfacción de María Luisa, que veía cómo la sociedad matrimonial empezaba a dar sus frutos. Y la segunda fue para el flamante “matrimonio de pega”. Es decir, para la señorita Claudia y Roque Fandiño. El desbordante entusiasmo que demostraban los recién casados, ayudó a vender otra parcela más, y, por supuesto, la del sorteo. A pesar del viento que agitaba con fuerza las copas de los pinos, la mañana resultó bastante aceptable y, tanto los visitantes como los vendedores, esperaban impacientes la rifa del televisor.