Por Dionisio Rodríguez Mejías.
1.- El amor sin sexo es letra muerta.
Excepto Velázquez y la señorita Claudia, el resto de compañeros se dispersaron durante las fiestas navideñas y no volvimos a verlos hasta aquella tarde. El día treinta de enero, después de la reunión de ventas, bajamos a Los Intocables y estuvimos charlando sobre esos temas de los que tanto les gusta hablar a los vendedores: negocios imposibles, trucos para engatusar a los clientes, enfado por la subida de precios, planes de futuro para vivir como reyes sin pegarle un palo al agua, y cuando la cerveza les sale por los ojos, fanfarronería sexual. ¡Eso nunca falta!