Por Dionisio Rodríguez Mejías.
8.- La ejecución del engaño.
Cogía el teléfono, marcaba el número del despacho y, cuando oía la voz de la señorita Claudia, al otro lado del aparato, empezaba la función.
―¿Señora Anglada…?, de parte de Jaime Velázquez, ejecutivo de Edén Park.
Esperaba unos instantes y continuaba hablando.