Por Dionisio Rodríguez Mejías.
4.- Un golpe de rabia y celos.
Santamaría nos había engañado a los dos. Le mandó decir a Mari Luz que estaba de viaje, pero no era verdad. La estaba esperando para seducirla con sus mentiras. Al recordar las humillaciones que tuve que aguantar, mi cerebro hervía con un odio irrefrenable. Lleno de rabia y de celos, abrí el capó, cogí su equipaje y lo tiré en medio de la acera. Era una locura tan cruel, que aún me da miedo recordarla.