Por Mariano Valcárcel González.
Encontramos, en lo que decimos que es Semana Mayor en muchos lugares patrios, sentida como especial y particular ‑y en Úbeda no íbamos a ser menos‑, y única.
Me admiro. La Semana Santa es la Semana de Pasión; el cristianismo recuerda y recrea en diversos sitios los días en que su fundador pasó de la aclamación por las turbas al escarnio, traición, tormento y muerte, sin que esas mismas turbas hiciesen sino reclamar su sangre. Curiosa la veleidad del populacho, que un día te adora y otro te asesina. También es curioso cómo este recordatorio de hechos narrados y admitidos como ciertos es tan variado y diferente entre los pueblos y zonas del planeta. Y, en particular, entre los pueblos y zonas de España. Porque hay maneras y modos de entender, recrear e interpretar esos sucesos. Hay una secuencia lógica y dramática poco alterada, es verdad.