Por Dionisio Rodríguez Mejías.
Nos llega en estos días, como un precioso regalo navideño, el vídeo de Ballesta ‑colgado en la red por el amigo Pepe Aranda‑, para avivar nostalgias y recuerdos. Gracias a los dos por ese documento que trasiega morriñas y añoranzas de un pasado cercano todavía. Uno mi voz a la del entrañable Fernández Arévalo para deciros que el vídeo me ha traído, además de la necesidad de escribir, una emoción profunda y sincera al recordar aquellos años felices del colegio, los primeros paseos por las calles de Úbeda, ilusiones, sueños, memorias escritas en la piedra.