Esto era una vez…
Una dulce y educada niña que vivía en la mejor época de su vida… Era querida por todos (familiares, profesores, amigas…) y tenía una sensibilidad especial para comprender a los demás (lo que los psicólogos llaman empatía).
Era muy constante y laboriosa, por lo que todo lo que emprendía sabía culminarlo estupendamente… Y, como tanto le atraía el mundo de la música, comenzó sus estudios de flauta travesera por el buen oído musical que poseía…