La fundación de las Escuelas, 1

Nota introductoria de José María Berzosa Sánchez:

El libro editado por el padre Bermudo tiene una extensión de 636 páginas, divididas en:

▪ Un prólogo de Manuel Revuelta González SJ.

▪ Una introducción.

▪ Unos archivos y siglas.

▪ Cinco partes, tituladas: “Los tiempos del padre Villoslada, 1940-1954”; “Los nuevos rectores: Cuenca y Ponce, 1954-1958; “Diez años de desarrollo y expansión, 1958-1968”; “Tensiones ideológicas y nuevas dificultades económicas, 1968-1977”; “Los rectorados de la estabilización, 1977-1990”.

▪ Cronologías.

▪ Apéndices.

▪ Sección fotográfica.

▪ Índice de nombres.

▪ Índice general.

Mi resumen solamente tiene 24 páginas, referido nada más que al primer apartado sobre los tiempos del padre Villoslada (91 páginas), porque está muy próximo a mi (nuestro) entorno safista, como alumno.

He resumido el contenido de dicho primer apartado y lo iré publicando paulatinamente en nuestra página web. Espero que te guste esta (para mí) emocionante referencia.

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I. LA INTUICIÓN FUNDACIONAL

LA ANDALUCÍA DE LA POSGUERRA

1. Las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia nacen en 1940, recién terminada la guerra civil, gracias al interés del padre Villoslada SJ.

2. España está aislada internacionalmente, tiene un gran atraso en el campo industrial, está desprovista de escuelas y educadores y, en lo religioso, acusa en la zona vencida las secuelas de los años de odio y persecuciones.

3. Entre las regiones españolas, Andalucía padecía más que otras estas secuelas de la guerra. El padre Villoslada dijo de ella:

«Triste es decirlo y bochornoso. A Andalucía hay que considerarla Tierra de Misión. Hay que conquistarla espiritualmente».

4. Entre todas las provincias andaluzas, Jaén era la más desprotegida. Por eso el padre Villoslada afirmó:

«La provincia más necesitada es Jaén, que tiene el tanto por ciento mayor de analfabetos y aquí todos son del campo, ya que apenas hay industrias establecidas».

LA VOCACIÓN SOCIAL DEL PADRE VILLOSLADA

En su labor apostólica estuvo en contacto con la clase obrera durante varios años y advirtió su falta de cultura y de instrucción religiosa; pero también observó que tenía el corazón sano, buenos sentimientos y agradecimiento por las obras de caridad que recibía.

1. Para intentar remediar esta necesidad, organizó unas escuelas nocturnas, donde reunió a más de un centenar de muchachos, mayores todos de quince años, que acudían con constancia y empeño a instruirse.

2. El prestigio de las escuelas creció notablemente, porque se preparaba a los alumnos para los destinos públicos que se iban convocando, con lo que se les resolvía el problema económico.

3. Este primer trabajo le llevó a crear las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, porque la familia es el semillero natural de los buenos cristianos, si su formación religiosa y social es la adecuada. Por eso, sus nuevas escuelas se llaman de la Sagrada Familia: porque pretenden la restauración de la familia cristiana obrera.

CARACTERÍSTICAS DE LA FUNDACIÓN

1. En aquellos años, la formación infantil terminaba a los diez años. El padre Villoslada estaba convencido de que la edad más importante para educar iba de los doce a los dieciocho años. O sea, la edad en que el adolescente crea su personalidad.

2. Por eso necesitan de un maestro que forme sus criterios, que les enseñe la verdad, los prevenga y aleje de los errores y les dé los medios seguros con que poder defenderse en la lucha entre el bien y el mal, a la que todos estamos sometidos.

3. Con las Escuelas Profesionales, pretende que el joven complete sus conocimientos en todos los órdenes: religioso, patriótico, cívico, cultural y profesional. Es decir, un centro de donde el obrero salga formado espiritual, social y técnicamente.

4. Uno de los hechos que le impulsaron a emprender la fundación de las Escuelas Profesionales fue el diálogo que tuvo con un condenado a muerte en vísperas de su ejecución, el cual le dijo delante de su hijo:

«Padre, ya sabe lo que va a ocurrir mañana. Quiero que conozca a mi hijo Indalecio y que me prometa que va a cuidar de él, como si fuera yo mismo».

LOS BIENHECHORES

1. El padre Villoslada encuentra a unas personas que habían perdido familiares en la guerra civil y están convencidas de que la incultura y la injusticia social fueron las causas de esos crímenes.

2. Algunos apellidos de los bienhechores de las Escuelas son: Montañés, Bueno, Benavides, Serrano Mármol, Millán… Se sienten obligados a hacer algo en el orden cultural y religioso, aun a costa de sacrificios personales, para que no se repita el fratricidio.

3. Ceden sus viviendas, sus fincas y, en el caso de Villanueva del Arzobispo, hasta un moderno y suntuoso palacete, casa matriz de la familia Benavides.

LA COMPAÑÍA DE JESÚS

1. El padre Francisco Cuenca, provincial de los jesuitas de Andalucía, intuyó que la intención del padre Villoslada abría un nuevo y fecundo campo de acción apostólica en la única provincia andaluza en donde aún no había jesuitas: Jaén.

2. El padre provincial indicó al padre Aldama, superior del padre Villoslada, que le ayudara en su labor. Y al padre superior le gustó tanto la empresa, que se convirtió en uno de sus fundadores jurídicos al otorgar, junto al padre Villoslada, la Escritura Fundacional.

3. Con esta escritura, la Safa se convirtió en una Fundación independiente, aunque dirigida en lo formativo y en lo docente por la Compañía de Jesús.

4. Sin embargo, los primeros bienhechores entregaban sus bienes a los jesuitas, porque sabían que el prestigio de su labor educativa contribuía a llenar las Escuelas con niños de todas las clases sociales.

5. La Safa era la primera Fundación benéfico‑docente dirigida por jesuitas y, además, se distinguía porque la mayoría de sus profesores eran seglares. Los jesuitas quedaban reservados para la alta dirección, la pastoral y la Escuela de Magisterio.

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