Excursión a Píñar del colegio «La Explanada»

28-07-2011.

El pasado 13 de abril fue un día grande para los alumnos del ciclo medio del colegio Sebastián de Córdoba, pues se consumó la ilusión, tantas veces acariciada desde que empezó el curso, de ir a pasar un día inolvidable por tierras granadinas. Fue un miércoles de fiesta donde la ilusión se entreveró con la dulce realidad de tener un día de asueto en el que las materias escolares (Lengua, Matemáticas, C. del Medio…) tomaron otra dimensión más práctica, que encima se vio complementada con la alegría de saber que al día siguiente no habría que llevar los deberes hechos…

 

Toda excursión se va gestando lentamente, con concertación del profesorado del lugar a donde ir, llamadas de teléfono, entrega de notas informativas al alumnado, autorizaciones de padres/madres… hasta que llega el día señalado en que se coge el botiquín y la cámara de fotos y nos plantamos todos en la estación de autobuses, donde tenemos acordada la salida a las 8.30 de la mañana. Con puntualidad exquisita: familias y excursionistas se despiden dándose besos, abrazos y buenos deseos…

El día se muestra radiante y esplendoroso, pues el sol quiere irse con nosotros, cual si fuese un discente más, a todas las actividades programadas. En el autobús nos acompaña la música, para que el viaje y la diversión sean más completos.

Ya avistamos Píñar, que se encuentra en un cerro, y arribamos a la Granja Escuela “El Castillo”, donde nos esperan con los brazos abiertos. Nos anuncian la programación: realización de varios talleres (pintura rupestre, perforador, visitas a los animales de la granja, animalario y museo arqueológico); luego, dar una vuelta montados en el trenecito, por entre las callejas del pintoresco pueblo en que nos encontramos, hasta coronar la subida, dejándonos cerca de la Cueva de las Ventanas para hacer una visita guiada. El anuncio de la comida es una grata sorpresa para el alumnado, que aplaude espontáneamente, pues le encanta el menú propuesto: macarrones, carne a la brasa con patatas y, de postre, natillas caseras. Por la tarde, además, habrá dos talleres: encuentro con las aves rapaces y experimentar cómo se obtenía el fuego en la remota antigüedad…

La monitora explica didácticamente la formación de la Cueva de las Ventanas, donde algunos creen ver un murciélago, con el consiguiente grito general. La foto comunitaria de cada uno de los cuatro grupos de escolares dentro de la cueva no puede faltar. En lugar de decir todos «patata», como es lo habitual, gritamos «ventanas». Hacemos un largo recorrido, en el que apreciamos: estalactitas, estalagmitas, columnas… Y aprendemos bastante vocabulario específico: espeleología, escalada (un grupo de jóvenes está dispuesto a hacerla)…, que se habrá de repasar al día siguiente, en clase. Todos apreciamos el contraste oscuridad-humedad que hay dentro de la cueva y la naturaleza henchida de luz y color al salir al exterior. Después se va al servicio y nos enseñan la foto comunitaria realizada anteriormente.

Los talleres de cuchillos y pinturas rupestres motivan y refuerzan a todo el alumnado a trabajar, cual si habitantes neolíticos fuesen. La visita a la Granja con sus ponis, gallinas, gallo, perro, mapache, periquitos, búhos, cernícalos… causa admiración y sorpresa, pues ver al natural ciertos animales es, para algunos alumnos, la primera vez que lo hacen. Incluso algún grupo hace un corro con un conejito y disfrutan de lo lindo jugando con él…

Llega la sobremesa y la sesión, que el simpático halconero nos proporciona, será grata recordarla siempre. Nos regala una eficaz clase sobre las aves rapaces nocturnas y diurnas. Todos estamos atentos a lo que nos comunica: que ellas giran tres cuartos de su cabeza y por eso consiguen 360 grados de visión. En esta calurosa siesta, ¡¡se está tan bien bajo la sombra…!! Ahora saca también tres halcones peregrinos que son proyectiles vivientes, pues corren a 350-400 kilómetros por hora. Ni siquiera Fernando Alonso, con su coche de Fórmula 1, ha conseguido esa velocidad… Algunas preguntas y respuestas de los alumnos producen hilaridad. Aprendemos que la cetrería Arte de criar, domesticar, enseñar y curar los halcones y demás aves que servían para la caza de volatería’ es considerada, por la UNESCO, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Después viene la motivadora explicación sobre el poder del fuego en la conquista de la Tierra y del bienestar humano.

Al final, sobre las cinco y cuarto de la tarde, volvemos a nuestra querida Úbeda con un tórrido calor de verano de compañero. ¡¡Ya se van oliendo las vacaciones de Semana Santa!! Y con la película Alvin y la ardilla se hace el viaje de vuelta más tranquilo y divertido…

Úbeda, 14 de abril de 2011.

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