Es una suerte tener nietos inteligentes que te hacen aprender y vislumbrar, cada día, un futuro más halagüeño. Es lo que me ocurre a mí con mi pequeño Saúl que todos los días me sorprende -y varias veces- con sus “caídas” de parvulito avispado.
Ayer estuvo con nosotros, sus íos (abuelitos) maternos, casi toda la tarde, puesto que -además de regalarnos su simpatía y empatía espontáneas- sabe usar las palabras y frases adecuadas de lo que quiere expresar o pedir, con esa clarividencia que le caracteriza y con la claridad que tiene al hablar, sorprendiendo al que lo oye por primera y siguientes veces, usando un vocabulario preciso y acertado, cual bisturí de cirujano lingüístico impecable. Ahí van tres ejemplos. Uno: volvió a sorprendernos con su fresco y rico lenguaje al explicarnos claramente lo que son los “pivotes” que han instalado en su calle de Sevilla, para que no aparquen los coches en Semana Santa; dos: cuando jugamos a “la guerra de los cojines”, cómo sabe zaparse de ellos cuando se los lanzo y expresar alegremente el verbo exacto: «los he “esquivao”…»; y tres: para comérselo estaba cuando iba contándonos, ce por be, la ponencia infantil que tuvo que dar el otro día ante sus compañeros y Juande -su maestro- sobre el tema del calamar, pues sabe explicotearse muy bien, diciéndonos que el dibujo que presentó se lo había pintado su hermano Abel y que lo habían coloreado al alimón; y cuyo texto -elaborado y repasado varias veces por su madre antes de la disertación- nos hicieron imaginar el momento perfecto que protagonizó en su aula, añadiendo todo tipo de detalles, con sumo desparpajo: que tiene unos brazos largos que son los tentáculos, que vive en aguas templadas o frías, que tiene tinta para defenderse de sus enemigos, etc.
Mes: marzo 2023
Muestreo
COMPARTIMOS SÓLO UN DESASTRE LENTO
ESTE desastre unívoco que surge
dentro de mí, contigo como ejército
que opone transparencia, me derrumba
los muros interiores.
A guerra andas llamando
porque ya no soportas mis costumbres.
Cuando duermo, levantas tus espadas
y esperas que mi cuerpo se desmaye
para herirme en la frente.
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De cómo se aprobaron las Matemáticas de 7.º
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Nuevas tecnologías en la educación: ¿avance o retroceso?
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Primicias ubetenses
Hay gente crédula que piensa que las cosas funcionan porque sí o por arte de birlibirloque, sin que haya alguien -en la trastienda- empujando para que se produzca determinado evento o efeméride. Siempre habrá más gente a la luz -con tal de salir en la foto- que en la sombra, para que Úbeda destaque y nunca olvide su glorioso pasado y su porvenir sublime. Lo segundo es lo que le pasa a contados ubetenses y, especialmente, a mi amigo Eduardo Jiménez Torres que me tiene tan bien informado de todo lo que acontece en Úbeda mientras ando en mi exilio dorado sevillano.
Jesús de Medinaceli por el casco histórico. DIEGO GODOY
La primera primicia ya se ha producido. El pasado sábado, 11 de marzo, procesionó el Cristo de Medinaceli con un vía crucis por el casco antiguo de la ciudad, gracias a su pujante grupo joven y a Juanita López Díaz, su presidenta. ¡Enhorabuena!
Recuerdos de la SAFA – 59: Despedida y cierre
Recuerdos de la SAFA – 59: Despedida y cierre.
Ese año, último de nuestra estancia en la SAFA, al ser los mayores del colegio (ya no nos llamábamos “la primera división” como antes pero nos sentíamos como el último mohicano de la SAFA, representantes de un perfil de alumnado que nunca volvería a darse) teníamos libertad de entrar y salir. Y a fe que lo disfruté: cuando el horario de clases (y el clima) lo permitía me daba una escapada por Úbeda con mis amigos Andrés, José María, Quini o Juan, y a veces no volvíamos ni a la cena porque ya no era obligatorio.
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De Senectute («Sobre la vejez»)
Una interesante propuesta de Manolo Contreras:
De Senectute («Sobre la vejez»). Recordando a Cicerón:
El programa de RNE «Locos por los clásicos» solamente se emite a través de «podcast», y este corte que os proponemos es del propio Director del programa, Emilio del Río.
Nihil novum sub sole (Eclesiastés 1, 10) : nada nuevo bajo el sol…
Días inolvidables
Mi mamá llevaba mucho tiempo queriendo hacer una escapadita de Sevilla con nosotros dos (Abel y Saúl), pues hemos tenido un invierno negro con toses y enfermedades propias de nuestra edad y de los compañeros de mi cole, que somos tan dadivosos para ese tema y otros, que nos las intercambiamos que es un susto. Tanto es así que hube de quedarme dos veces en casa de mis íos (abuelos) maternos, dos semanas antes de las vacaciones de Navidad y otras dos entre enero y febrero. Tan tocado he quedado de ese tema que, al volver a mi cole, he vuelto a llorar cuando me despido de mi mamá en la puerta del colegio Huerta de Santa Marina. Y eso que a mí, durante el primer trimestre y parte del segundo, me encantaba despedirme de ella para quedarme con mis amiguitos y mi maestro Juande, que es súper amable y cariñoso.
Golfos
Según la Real Academia golfo es una gran porción de mar que entra en la tierra (como de pequeños aprendimos en la escuela) o una persona que vive de manera desordenada, tiene costumbres poco formales y solamente se preocupa de divertirse y entregarse a los vicios.
A estos segundos es a los que voy a referirme hoy, que no a los geográficos, pues siguen siendo los mismos de nuestra infancia (aunque en algunas autonomías es posible que les hayan cambiado o traducido el nombre).
Pobrecillas las nuevas generaciones si, por los nefastos y partidistas planes de estudios pasados, presentes y futuros, nuestros escolares (hijos, nietos, biznietos…), tuviesen que estudiar y memorizar la lista de los golfos democráticos españoles que militan y ejercen en los diferentes partidos, televisiones, sociedades, nacionalidades…; así como sus respectivas golferías, pues la lista sería interminable; auguro que más larga y laboriosa que cuando de pequeños aprendíamos la lista de los reyes godos… ¡Que golfas también haylas, todo es cuestión de empoderamiento!