Por Fernando Sánchez Resa.
El pasado 26 de octubre tuve la suerte de asistir a la primera ruta gratuita con nombre de mujer, dentro del otoño feminista, que el excelentísimo ayuntamiento de Sevilla ha organizado este año. Era una tarde en la que la capital andaluza iba a explosionar por el gran número de visitantes locales y foráneos (sobre todo en las calles adyacentes a la catedral), premonitoria del próximo traslado de la Virgen de la Esperanza de Triana a la catedral.