Por Dionisio Rodríguez Mejías.
2.- Una ilusionante oportunidad de negocio.
Siguieron las bromas; a una ronda siguió otra y, al poco rato, en la tertulia todo eran risas, mentiras y proyectos de futuro. Paco siguió pinchando a Soriano, pero -en el fondo- lo que buscaba era implicar a Claudia y a Velázquez en la conversación.
―No creas, Soriano, no creas. Aquí, aparte del señor Velázquez y la señorita Claudia, que nos dan a todos sopas con ondas, los demás somos unos aprendices, unos pardillos, unos aficionados. ¿Alguien sabe cuántas parcelas han vendido en vacaciones?