Por Manuel Almagro Chinchilla.
Granja de Moreruela – Benavente – 40 km.
Día 5 de agosto
Salimos de Granja Moreruela a las diez de la mañana. A medida que íbamos ganando cotas hacia el norte, la climatología se volvía más fresca. El pastoreo se hace patente en la extensa campiña zamorana, siendo posible contemplar cómo un rebaño de ovejas corta la N-630. Ya es posible caminar por las tardes, lo que nos permite posponer un poco levantarse por la mañana. Pasamos por Santovenia y paramos a comer en Villabeza del Agua, el pueblo anterior a Barcial del Barco.
Tras una dura jornada de 40 kilómetros arribamos a Benavente, dando un gran rodeo por el puente y la autovía. Allí, aún no sé muy bien cómo, fuimos a parar a una residencia para necesitados y menesterosos; era la de San Vicente de Paul. Algunos de los del grupo eran partidarios de abandonar el albergue y dejar las plazas que estábamos ocupando para otros más necesitados. Yo me resistí porque, en esa noche, si había alguien realmente necesitado era cualquiera de nosotros: “La caridad bien entendida empieza por uno mismo”.
Tuvo que ser bastante difícil rebatir tal sentencia; nadie dijo nada. Lo cierto y satisfactorio fue que dormimos en cama; buena falta nos hacía.