37. La mañana del preso

El toque de corneta marca todos los actos de la prisión… A la hora convenida por los jefes comienza la jornada, con la diana sonando en medio de la cárcel (que será sencilla o floreada y solemne, según el humor del preso encargado de tocarla o si hay grata nueva que comunicar). Entonces es cuando se ha de abandonar la cama, pues antes no está permitido ni es costumbre levantarse. Primeramente, se van recogiendo los camastros para, después, pasar a  lavarse en los dos grifos o fuentes que están en un pequeño apartado. Hay temporadas que para el desayuno se reparte un cazo de café o malta para entrar en calor y hacer más llevadera la mañana; pero lo normal es que, si el preso no tiene (o se procura) algo que echarse a la boca, ayune obligatoriamente hasta el mediodía.

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