No sé por dónde empezar a hablaros de mi madre, que se nos ha ido hace muy pocos días. La pena que siento es tan grande que no sé si podré terminar este escrito. «Sólo sé mamá, que te quiero, que siempre te quise y que siempre te querré…».
Recuerdo cuando me contabas cosas de tu niñez; pues naciste en pleno carnaval de 1917, en Málaga, casi por casualidad. Por eso creo que eras tan vitalista y alegre, aunque además tenías un fuerte carácter. Si algo no te parecía bien, lo decías a las bravas o buscabas una solución, como aquella vez, siendo muy pequeña, que escribiste tu nombre y en vez de poner Tejada pusiste Tegada, y como tu abuelo dijo que no era así, tú le respondiste: «Pues así lo ponemos en mi colegio». Como éstas, hay un montón de anécdotas que algún día iré escribiendo, cuando tenga más fuerzas.