La aurora ya se esparce sobre Úbeda,
las luces aún alumbran la muralla;
una torre se erige en atalaya
de la ciudad que en el mundo más relumbra…
¡Úbeda tiene una torre,
llamada de El Salvador,
capitana de Los Cerros
con los que alguien soñó…!
¡Úbeda emerge en La Loma,
movida por suave brisa,
y, en esos Cerros altivos,
es nave renacentista!
La torre me encandila la mirada,
¡el borboteo del agua clara en la tacita!,
el balcón que se abre en tarde alada
a la plaza del mundo más bonita…
Úbeda se oculta ante el ocaso,
entre el oro, topacio y azul bello;
y ella se convierte en relicario
de arte, de belleza y del ensueño…