Es la fuente limpia
con la taza blanca,
en la tarde clara…
¡Peces de colores
bajo el agua azul!
El laurel inflama
de olor a la tarde
y, en ocaso bello,
el cielo es de tul…
Mis ojos se enturbian
entre tantas rosas,
jazmines, celindas
del jardín en flor.
El chorro del caño
juega a malabares;
el ruido del agua,
de la fuente limpia,
en la clara tarde,
es… ¡susurro de amor!