Sobre la Asamblea General del 19 de octubre de 2013

Como un rito más que cumplimentar, vamos apareciendo los llegados de los cuatro puntos cardinales del campo andaluz, que dice el viejo himno, recientemente modificado en la letra y no en el tono. Bien se podían haber cambiado las dos cosas para no correr el riesgo de volver, instintivamente, a la misma grafía. Pretender un cambio, a medias, cuando se han cumplido siete décadas de vida, se corre el peligro de cometer una equivocación a enteras. Además, vano empeño, pues, hasta los cromosomas lo han metabolizado y luce orgulloso su “adeene” safista. Nada…: ¡Originalidad. Uno nuevo, Antonio!

Pero vayamos a la Asamblea, que nos esperan, y vienen también de allende nuestras tambaleantes fronteras, resquebrajadas por el envite de los nacionalismos; incluso, de la mítica Albión, llega alguien que se topará con un inesperado y más que merecido homenaje. ¡Ochenta años! y en plena lucidez (y lo que te rondaré, morena) no es moco de pavo, don Stephan. Felicidades a Vos y a la compaña.

En realidad, fue lo más llamativo de la Asamblea. Puso la nota sentimental al acontecimiento: entrega de placa conmemorativa y lecturas de escritos con felicitaciones y reconocimientos a su labor. Muestras de cariño que se prolongaron hasta el lugar de la comida, las Casas del Cónsul. Un sitio privilegiado sobre la muralla Este de Úbeda, con unas incomparables vistas de los parques naturales de las sierras de Cazorla y Mágina, al otro lado del Guadalquivir. El grupo de antiguos alumnos de Almería le hicieron entrega de una réplica del mítico Indalo, sobre una bien trabajada peana de mármol de Macael. Memorable el escrito, leído por Jesús Ferrer, recreando la personalidad, dichos, hechos, anécdotas y los más llamativos rasgos físicos del homenajeado, como sus imperecederos sabañones invernales.

Pero vayamos a la otra parte (no menos sentimental) de la Asamblea. En los previos: alegrías desbordadas, saludos efusivos, emociones contenidas…, pero con el rabillo del ojo mirábamos los pocos que éramos. En cuanto al desarrollo de los otros puntos del orden del día, debate y conclusiones, he querido agruparlos en tres apartados:

1.- Descenso de las asistencias a las asambleas

Esta es una cuestión que se viene tratando en cada asamblea y que parece causar una preocupación desmedida en muchos asociados. Vale la pena echarle un vistazo, con brevedad, pero no sin rigor: no cabe duda de que vamos cumpliendo años sin parar, las dificultades para llevar a cabo los desplazamientos aumentan en número y en gravedad, apareciendo cada vez como más insalvables; y, para colmo, siempre está el imprevisto que termina por desbaratar el plan diseñado.

Estaría justificada la preocupación, si el descenso de las asistencias se correspondiera con un descenso de la afiliación. Esto nos diría a las claras que la gente no tiene interés por la Asociación y, consecuentemente, se daría de baja. Eso no ocurre: la gente no viene, pero no se da de baja. Esta situación nos dice que los asociados tienen interés en permanecer en la Asociación, pagan su cuota, pero les es imposible tener una presencia física en un día determinado en Úbeda.

Actualmente las intercomunicaciones a través de medios como WhatsApp, Facebook o Twitter permiten suplir con bastante eficacia una presencia física, incluso la capacidad e inmediatez en la pregunta‑respuesta permitiría la participación en un proceso de votación. Se podía idear la creación de un foro restringido, con acceso sólo para asociados, que nos permitiera un contacto permanente y una comunicación fluida, totalmente a la medida de la necesidad, en cualquier momento del día. Seguro que llevaría aparejado un incremento considerable de los contactos entre asociados y supondría un aliciente y un estímulo a la participación activa y, en definitiva, un enriquecimiento de las relaciones.

Otro aspecto que considerar es hacer coincidir nuestras asambleas con la fecha de celebración del “Día del antiguo alumno”, recientemente instaurado. Ambas convocatorias sería una motivación que propiciaría la asistencia, dada la excepcional ocasión de la máxima afluencia posible del número de antiguos alumnos. No obstante, esta propuesta fue sometida a votación en la pasada Asamblea y no contó con un solo voto favorable.

También se pidió, a partir de la próxima Asamblea, homenajear a las promociones que vayan cumpliendo el cincuenta cumpleaños y hacerlo con carácter retroactivo con las que hayan sobrepasado el medio siglo.

2.- Escasas colaboraciones en la página web

También es un asunto que, parece, hace tambalear los cimientos de la Asociación. Dediquémosle, también, una mirada.

Un indicador del dinamismo de la página web, en cierto modo, era “El Rincón del café”, con tertulias de toda índole, con la viveza de las intervenciones, a veces apasionadas. Su desaparición la ha dejado un poco sordomuda.

Se echa en falta un espacio como el Rincón, donde las intervenciones fuesen de tipo tertulia, contar cosas y dejar que el otro cuente, decir y oír, sobre asuntos del acontecer diario con más o menos trascendencia. Siempre resultan interesantes las experiencias personales de todo tipo, como las que se refieren a la salud, la problemática del empleo en nuestros jóvenes, nuestra visión sobre los últimos descubrimientos científicos, comentarios literarios, sexualidad, alimentación sana, la práctica de deporte, viajes, excursiones en la Naturaleza, etc.

En la Asamblea, también se suscitó la controversia sobre la réplica que reciben algunos artículos publicados en Escritos y que, a juicio de muchos, ha sido la causa del abandono de la página y el declive de los colaboradores. Hubo quienes argumentaron en favor y en contra de responder a los artículos que se publican: “sin réplica no hay debate y decae el interés” o “cada cual escribe libremente lo que quiere y no cabe respuesta”, fueron las posiciones enfrentadas. Aunque, al final, se adoptó la salomónica decisión del derecho a réplica, pero sin hacer juicios ofensivos.

3.- Imagen que ofrecemos al exterior

En este apartado quiero incluir todo lo referente a concursos y premios establecidos. Supone el objeto de mayor atención que el alumnado de Magisterio ve en nuestra Asociación. El acto de entrega de premios, el día de la apertura oficial del curso, es el punto que despierta mayor expectación. Dos mil ochocientos cincuenta euros en premios es una cantidad considerable. Una obra premiada prestigia al ganador y enriquece su currículo; también gana quien promueve el evento. Es un acierto prestarle la atención de la que gozan y así se ha manifestado nuestro presidente.

En el debate hubo intervenciones que destacaron la poca participación habida hasta ahora, sobre todo referidas a la modalidad de Investigación y Experiencia Pedagógicas. Si bien es algo que en el próximo curso se producirá un gran cambio, ya que se podrán presentar al concurso los proyectos fin de carrera.

También se aludió a la, a veces, falta de calidad literaria de algunas obras presentadas, con las que el jurado calificador ha sido un tanto “generoso”. En este sentido, las sentencias fueron inequívocamente rotundas: “si alguna vez un premio tiene que quedar desierto no pasa absolutamente nada”.

almagromanuel@gmail.com

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