Mezquita de los andaluces

Aquí no existe el tiempo.

Todo es tiempo sonoro:

sermón, rezo, memoria

con trenzas anudadas

con cintas de tisú,

mondadura y despojos,

tiempo en el tiempo,

orden en el desorden,

la extrema exactitud

de inexactas verdades. 

 

Aquí no cabe el tiempo

ni el olvido ‑pariente

tan cercano‑. La dura

belleza de su cíngulo

ciñe el aire dormido

que cae como una flor

deshecha en pétalos.


juralopez42@msn.com

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