20-06-2012.La nieve en capuchinos, mi corazón en fuego, amor de prosas limpias, después del gran concierto, como un nuevo titánic, a flote me sostengo de los grandes y leves laberintos, el frío que me cala estas pupas de invierno, también hay mariposas en vigilia profunda, como si tú me volaras en cada filigrana, como siempre que esculpo tu cuerpo preferido en el iris de una memoria rota.
Te digo que hace frío, con esta nieve a cuestas, pero el fuego me quema las prosas de este aire, duchada está la ducha y tú toda la llenas con el gel de esta nieve, la manzana en la dieta y las galletas de siempre, ahí en el bar del parque se comen langostinos de dientes colorados, ese vino saliva en los gaznates, también suena la rima de un primer villancico, y el hielo se acelera en las botas de juan-be.
Me dices que disfrute este día de nieve, me llega tu mensaje por el nokia lunar de los domingos, sin embargo hay prosas todavía esperando las sílabas primeras de unos labios besados, lo oirás en la radio, que hoy no será ese día cualquiera, los gases, las pastillas devorando su ración de mala leche, la arritmia acelerada con sabor a tostada y boquerones, fueron en otro tiempo las gélidas batallas las que me traían tu nombre avictoriado, y en éstas me entretengo, haciendo prosas de amor que a lo mejor no existen…
Pero tú sabes que hubo un veinte‑ene del noventa y ocho.
