27-06-2012.
—Te propongo un encuentro que nos eche en la cara lo que tengamos dentro para limpiarnos las huellas, por malo que eso sea, y apostar por el nuevo brotar de los almendros, tal vez un solo intento de dejar los borrones bocabajo, y probar la frescura de las uvas, ofreciendo ese semen que nos hizo urgentes, aquello que nos queda en el respirar del otro, sin trampas ni cartones que nos haga volver a las andadas, como dos gatos de algodonadas caricias… pero me responde un e‑mail ahogándome la pena, mientras trago saliva.