30-10-2011.
En su ya regalada y dorada ancianidad, piensa Fernando, una y otra vez, en el tiempo largamente dedicado a la venta ambulante en la vecina aldea de Santa Eulalia, vulgarmente conocida como Santolaya. Hace mucho tiempo que pasaron las dos décadas que le dedicó… Él tenía todos los domingos ‑y festivos‑ una cita puntual con su especial clientela de esta población, que dista cinco kilómetros de Úbeda.