Cuando salí de la Safa, 4

10-08-2011.

Río sin retorno

No hay ninguna ‑entre todas las tonterías que los hombres somos capaces de llevar a cabo para ligar‑ que entrañe mayor riesgo ni tenga consecuencia más incierta que un sencillo saludo, consistente en decir:

¡Qué guapa estás esta mañana!

Uno lo dice sin darle importancia, más que nada por ser amable y, en ocasiones, por practicar la virtud de la caridad.

¿Qué problema iba a haber? Si era una compañera de academia, siete años mayor que yo, y además tenía novio… ¡Pues lo hubo!

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