10-08-2011.
“Río sin retorno”
No hay ninguna ‑entre todas las tonterías que los hombres somos capaces de llevar a cabo para ligar‑ que entrañe mayor riesgo ni tenga consecuencia más incierta que un sencillo saludo, consistente en decir:
—¡Qué guapa estás esta mañana!
Uno lo dice sin darle importancia, más que nada por ser amable y, en ocasiones, por practicar la virtud de la caridad.
¿Qué problema iba a haber? Si era una compañera de academia, siete años mayor que yo, y además tenía novio… ¡Pues lo hubo!