Los portalillos de la plaza

21-12-2010.
La Plaza del Reloj, como en otro capítulo decía, siempre ha sido el pulso de todos los aconteceres que en la ciudad latían. También era el punto comercial más grande del pueblo. En ella y en sus calles adyacentes estaban ubicados casi todos los negocios.
Los vendedores, alrededor de la plaza, ponían sus tenderetes y mesas. Los que vendían huevos, pollos, conejos de monte… esos se colocaban fuera de los portalillos, hoy de Hidalgo. Allí ordenaban sus canastos y cestas con huevos frescos y gallinas adultas, que tan buen caldo daban a las parturientas, según ellos decían. Los conejos de monte, ya sin vísceras, los enganchaban en un palo, luciendo en su panza el ensangrentado orificio por donde habían extraído las tripas.

Continuar leyendo «Los portalillos de la plaza»