31-03-07.
Son las nueve de la noche de este ajetreado Jueves Santo. He venido a la señorial iglesia de San Miguel en busca de ese enternecedor silencio que ya no se puede disfrutar en el exterior… Mientras La Columna pasa por la plaza Primero de Mayo, la iglesia de los Padres Carmelitas anda desierta, casi en penumbra. Únicamente la capilla de San Juan de la Cruz está abierta. Allí hacen obligada visita ciertos ubetenses, que aprovechan su tiempo, entre procesión y procesión, para adorar a Cristo Sacramentado en su altar bellamente ornado…
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