Por Fernando Sánchez Resa.
En Úbeda, hay una asociación cultural (sin ánimo de lucro) que con loable espíritu de servicio lleva un puñado de años regalando buenos ratos de ocio y sabiduría cinéfila a toda la ciudadanía. Y con el mérito añadido de ofrecer una interesante alternativa al hombre posmoderno actual, cuando se encuentra más abducido que nunca por la maraña de distractores interesados que le obnubilan. Por eso, Cineclub “El Ambigú” ofrece gratuita y desinteresadamente una Ítaca de encuentro semanal en la Sala de lectura del Hospital de Santiago, donde se entrecruzan sueños y realidades mediante la proyección de diversos y escogidos filmes.
El incondicional público asistente sabe cómo puede recargar sus anímicas ansias de ilusión y contento: asistiendo, cada jueves del curso cinematográfico (que coincide con el escolar), a este selecto club de amantes del cine bien elaborado (clásico, principalmente), donde ven desfilar una variada cohorte de cineastas (directores, actores, compositores, guionistas…) que han dejado honda huella en el mundo del celuloide.
El visionado de destacadas obras maestras, siempre es iniciado con las doctas y certeras explicaciones de Juan y/o Andrés (sus dos gurús cinematográficos), que muestran el correcto camino para aprender y disfrutar, al mismo tiempo, del séptimo arte mediante la multitud de variopintas historias que nos muestran en la gran pantalla y en amable compañía.
Cuando avanza la semana, y llega el jueves, los aficionados a la sala oscura del cine se ponen muy contentos, pues se acerca el estelar momento de ver plasmados originales sueños y crudas o amables realidades que complementarán su cultura, sus agradables sensaciones y sus puros sentimientos, cual adecuados profilácticos de su salud, que difícilmente podrían recoger en cualquier otro lugar tan gratuitamente.
¡Cuántos pueblos y ciudades añorarían tener un cineclub tan espléndido! ¡Es sumamente inteligente y motivador aprovechar la ocasión que se nos brinda…!
Úbeda, 28 de noviembre de 2015.