Por Dionisio Rodríguez Mejías.
1.- Un momento difícil.
Al cabo de unos días, había recogido los libros que tenía sobre la mesa y me estaba preparando para salir, cuando sonó el teléfono del pasillo. Oí los pasos inconfundibles de “El Colilla”, que se dirigía a mi habitación, y al instante abrió la puerta sin llamar, y dijo en voz alta.
—¡Vamos, Warren Beatty! Que te llaman por teléfono.
—¿Quién es? —pregunté con cierto nerviosismo—.