Los olivos centenarios
bajo el cielo achubascado.
El cielo clama tormenta
y las nubes van bajando…
¡Sol y nubes!,
en la tarde cenicienta;
sombra y sol,
en la tierra de olivares,
con las nubes preñadas de tormenta…
Al fondo, grisácea y bella,
la Mágina…, con su montera.
¡Bella tierra de olivares!,
que baja, desde Los Cerros,
de Úbeda, ventana abierta…